Algunas características de una imagen adecuada por ejemplo para figuras públicas tienen que ver con requisitos muy importantes, diríamos imprescindibles en la creación de una campaña masiva. La primera de estas características es atraer la atención del público. Hacerla llamativa de un modo en el que no pase desapercibida para ese bien estudiado “target” al que queremos llegar y que pueda ser recordada en el futuro, por mucho tiempo. El proyecto político tiene una idea, un carácter, un objetivo social que ha de ser plasmada en la comunicación audiovisual y bien atendida en cada pieza publicitaria; si esto no se consigue o se provoca el efecto contrario, puede tener consecuencias nefastas; por lo cual, estudiar esta esencia a transmitir es una de las razones del éxito de quienes han confiado en nosotros para impulsar su marca pública.
Para todo esto existen numerosos recursos de creación de imágenes y de postproducción que hacen de la comunicación audiovisual publicitaria unas de las ciencias más planificadas de todas las ciencias prácticas.
Detrás de una gran marcha, detrás de una manifestación social, detrás de una proclamación pública, detrás de unas revelaciones… hay una “sustancia” (de interés social); nosotros la estudiamos y bajo varios parámetros, (psicológicos, filosóficos, sociológicos, demográficos, etc.) generamos no solo las adecuadas piezas audiovisuales que acompañen o contrarresten (según la contratación) a esa “sustancia” si no que nuestra “sustancia” se imponga bien transmitida bajo una macro estrategia que encapsula no meramente la creación de piezas audiovisuales de comunicación. Entendemos muy bien, la estrategia política.